Hace tres años, cuando empecé a escribir este blog, pensé en mis Musas.... en aquellos maestros que tanto en el aula como en la vida me dejaron huella, porque en definitiva son quienes me inspiran en cada paso y a ellos los recuerdo hoy...
Parece que me estoy poniendo grande y este día del maestro, me encuentra observando institucionalmente procesos que no me gustan, viendo como se promueve una Nueva Escuela Secundaria que no trae nada nuevo y como son muy pocos, quienes piensan en la formación que recibirán las futuras generaciones, mientras el resto está preocupado en como va a impactar esta reforma en su bolsillo y conveniencia política. ¿Parece mediocre, no? Pues si, en lugar de estar en un espacio de debate intelectual, por momentos me siento en un espacio irónico y mezquino, rodeada de una burocracia estúpida y más que mediocre, que piensa que la cuestión en las escuelas pasa por los papelitos. Horas de debate por una constancia; pero nadie discute ni hace nada cuando no son los mejores los que toman los cargos, un profesor "enseña" en forma repetitiva como hace dos siglos atrás, o no es apto psíquica y/o profesionalmente para estar a cargo de treinta alumnos, entonces uno se queda pensando:
¿Qué pretendemos enseñar si no ubicamos a los alumnos en el lugar prioritario de la escuela?
Más de una vez, tengo ganas de escapar de esta perversidad del sistema; pero si hay algo bueno de ponerse grande es que uno trae encima mucha experiencia, como decía un profe de física "mucho taco y tiza gastado en el aula y no detrás del escritorio" y eso permite ver y disfrutar de lo mejor que tiene la profesión, los alumnos y olvidarse por un rato del todo el resto. No hay nada mejor que entrar a un aula y disfrutar de una clase, de inventar nuevas actividades y saber que se van a enganchar, de ser sorprendido con las respuestas; pero por sobre todo, el saberme recordada cada vez que usen ese saber. Por eso, gracias a mis "alumnos chiquitos" que veintidós años después me siguen haciendo reír todos los días, a los alumnos del profesorado que son mi esperanza de que todo puede cambiar para mejor, a los maestros de adultos que me enseñan a reiniciar la lucha todos los días, a los ex-alumnos que me siguen recordando y a aquellos profes que están luchando codo a codo e incansablemente por una escuela mejor.
¡Feliz día!
MAJO