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"Rupturas" de Ariel Ballester |
Para un espíritu científico todo conocimiento es una respuesta a una pregunta.
Si no ha habido pregunta no puede haber conocimiento
científico. Nada viene solo, nada es dado. Todo es construido.
BACHELARD, La formación
del espíritu científico.
Para Bachelard, el saber cotidiano constituye un
obstáculo epistemológico; saber que es necesario derribar para poder abordar un
conocimiento científico. En base a este concepto, podemos decir que aprendemos
a costa de derrumbar un conocimiento anterior, de destruir aprendizajes mal
adquiridos o por la superación de aquellos supuestos que de alguna manera,
obstaculizan un saber.
Los obstáculos epistemológicos que hay que considerar
no son únicamente externos, como la complejidad de un contenido o la forma de
enseñanza, son fundamentalmente trabas internas y
personales de diferente índole… por lo que aprender implica siempre un gran
trabajo interpersonal, significa ir desarmando aquello que estamos
convencidos que sabemos, para construir algo diferente, y eso muchas veces
ofusca, frustra, enoja. Lo bueno es, que entre tanto cascote, tarde o temprano surge
algún haz de luz, aparecen construcciones nuevas con estructuras fortalecidas, aunque no definitivas, porque quizás
posteriormente sean nuevamente derrumbadas. Así es el asunto: construir y derrumbar e ir
aprendiendo durante ese proceso.
Este proceso es propio de la ciencia; por eso, cuando hacemos ciencia dejamos de lado las
opiniones personales y nos hacemos preguntas. El espíritu científico es preguntón
por naturaleza,ésto nos impide avanzar en base a nuestras suposiciones, más bien nos conduce a
problematizar sobre lo desconocido y donde cada inquietud es como un peldaño más en el ascenso de la escalera del saber. Es necesario, llenarnos de interrogantes; porque todo conocimiento, en
definitiva, es una respuesta a una pregunta. Como dice la cita inicial” Nada
viene solo, nada es dado. Todo es construido.”
La
matemática se han
construido como respuesta a preguntas que han sido traducidas en
problemas. Dicho así, parece que sobra decir que la resolución de problemas ha
estado en el corazón mismo de la
matemática, entonces ¿Porqué cuestionamos tanto la resolución de problemas en la enseñanza de la matemática y protestamos acerca de su implementación? Quizás…los profesores (o los futuros profes) no nos
animamos a hacernos nuestras propias preguntas, a revolver el
escombro de nuestros propios derrumbes y así construir o reconstruir nuestra propia forma de
enseñar.
Por eso, para iniciar la semana, me parece bueno que pensemos preguntas acerca de nuestra propia práctica. Empiezo para ir rompiendo el hielo: ¿Cuál será la mejor forma de enseñar a resolver problemas?
Por eso, para iniciar la semana, me parece bueno que pensemos preguntas acerca de nuestra propia práctica. Empiezo para ir rompiendo el hielo: ¿Cuál será la mejor forma de enseñar a resolver problemas?
Linda semana a todos!
MAJO