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domingo, 3 de junio de 2012

Peligro, zona de derrumbes


"Rupturas" de Ariel Ballester

Para un espíritu científico todo conocimiento es una respuesta a una  pregunta. 
Si no ha habido pregunta no puede haber conocimiento
científico. Nada viene solo, nada es dado. Todo es construido.
                     
BACHELARD, La formación del espíritu científico.

         

Para Bachelard, el saber cotidiano constituye un obstáculo epistemológico; saber que es necesario derribar para poder abordar un conocimiento científico. En base a este concepto, podemos decir que aprendemos a costa de derrumbar un conocimiento anterior, de destruir aprendizajes mal adquiridos o por la superación de aquellos supuestos que de alguna manera, obstaculizan un saber.
Los obstáculos epistemológicos que hay que considerar no son únicamente externos, como la complejidad de un contenido o la forma de enseñanza, son  fundamentalmente trabas internas y personales de diferente índole… por lo que aprender implica siempre un gran trabajo interpersonal, significa ir desarmando aquello que estamos convencidos que sabemos, para construir algo diferente, y eso muchas veces ofusca, frustra, enoja. Lo bueno es, que entre tanto cascote, tarde o temprano surge algún haz de luz, aparecen construcciones nuevas con estructuras fortalecidas, aunque no definitivas, porque quizás posteriormente sean  nuevamente derrumbadas. Así es el asunto: construir y derrumbar e ir aprendiendo durante ese proceso.
Este proceso es propio de la ciencia; por eso, cuando hacemos ciencia dejamos de lado las opiniones personales y nos hacemos preguntas. El espíritu científico es preguntón por naturaleza,ésto nos impide avanzar en base a nuestras suposiciones,  más bien nos conduce a problematizar sobre lo desconocido y donde cada inquietud es como un peldaño más en el ascenso de la escalera del saber. Es necesario,  llenarnos de interrogantes; porque todo conocimiento, en definitiva, es una respuesta a una pregunta. Como dice la cita inicial” Nada viene solo, nada es dado. Todo es construido.”
La matemática se han construido como respuesta a preguntas que han sido traducidas  en problemas. Dicho así, parece que sobra decir que la resolución de problemas ha estado en el corazón mismo de la  matemática, entonces ¿Porqué  cuestionamos tanto la resolución de problemas en la enseñanza de la matemática y protestamos acerca de su implementación?  Quizás…los profesores (o los futuros profes) no nos animamos a hacernos nuestras propias preguntas, a revolver el escombro de nuestros propios derrumbes y así construir o reconstruir nuestra propia forma de enseñar.
Por eso, para iniciar la semana, me parece bueno que pensemos preguntas acerca de nuestra propia práctica. Empiezo para ir rompiendo el hielo: ¿Cuál será la mejor forma de enseñar a resolver problemas?
Linda semana a todos!
MAJO