“Que algo no funcione como tú esperabas no quiere decir que sea inútil”
Tomas Edison
Siempre estoy buscando algo. Cuando encuentro una respuesta, al poco tiempo surge otra pregunta, y eso me motiva a seguir de pesquisa. Parece que mi vida es una eterna búsqueda y a veces pienso: ¿Alguna vez me cansaré de buscar?
Porque buscar lleva tiempo y esfuerzo. Tiempo de encontrar o de decir "no encontré". En definitiva, para todo se necesita un tiempo, nada es inmediato y hay momentos para hallar, para evaluar y para tomar decisiones. Sí, porque es necesario decidir. Decidir continuar o detenerse. Advertir si encontramos o no un resultado confiable sobre lo que estamos buscando, y preguntarnos: ¿Hallamos el más adecuado, el pertinente o debemos continuar ?
Tiempo de Preguntas.
¿Qué es lo que nos guía en esta decisión? ¿El sentido común, el contexto, los conocimientos previos...o la intuición? Quizás sea un poco de cada cosa; pero seguramente tener una experiencia previa como buscadores nos puede proporcionar una ayuda interesante porque las decisiones a veces son acertadas y otras erróneas. En algunos ocasiones, advertimos rápidamente una incongruencia que nos hace desconfiar y reconfigurar la búsqueda, mientras que otras veces no y así perdidos, continuamos por un camino equivocado, dando vueltas por un laberinto. Lo importante es que cualquiera de estas dos situaciones genera un aprendizaje, y a propósito, posiblemente aprendemos más cuando nos equivocamos que cuando acertamos, porque solamente en estos casos revisamos sistemáticamente el proceso. Si las cosas no salen como esperamos, reflexionamos acerca del origen del error, e incluso nos lanzamos a hallar nuevas estrategias para alcanzar el éxito, mientras que cuando salimos victoriosos ¿Buscamos la causa o sencillamente lo asumimos como algo mágicamente natural?
Tiempo de Preguntas.
¿Qué es lo que nos guía en esta decisión? ¿El sentido común, el contexto, los conocimientos previos...o la intuición? Quizás sea un poco de cada cosa; pero seguramente tener una experiencia previa como buscadores nos puede proporcionar una ayuda interesante porque las decisiones a veces son acertadas y otras erróneas. En algunos ocasiones, advertimos rápidamente una incongruencia que nos hace desconfiar y reconfigurar la búsqueda, mientras que otras veces no y así perdidos, continuamos por un camino equivocado, dando vueltas por un laberinto. Lo importante es que cualquiera de estas dos situaciones genera un aprendizaje, y a propósito, posiblemente aprendemos más cuando nos equivocamos que cuando acertamos, porque solamente en estos casos revisamos sistemáticamente el proceso. Si las cosas no salen como esperamos, reflexionamos acerca del origen del error, e incluso nos lanzamos a hallar nuevas estrategias para alcanzar el éxito, mientras que cuando salimos victoriosos ¿Buscamos la causa o sencillamente lo asumimos como algo mágicamente natural?
Y se hizo la luz.
Para mí, en las búsquedas de cualquier tipo, la cuestión es perseverar, ser tenaz y seguir intentando. Ser capaces de emprenderlas a sabiendas de que vamos aprender de todas esas experiencias y reflexionar sobre lo que está ocurriendo. Porque ésto nos permite aprender poder refinar nuestras formas de investigación, a hacerlas más confiables, a ir adquiriendo un "instinto buscador", esa habilidad para atrevernos a ser creativos y probar las diferentes alternativas que nos llevaran a dar con la respuesta a esos problemas.
Para terminar, comparto con Uds. unas palabras de Edison: "Llevo cientos de éxitos, he encontrado cientos de maneras de cómo NO encender una bombilla" Por suerte siguió intentando, pues se necesitaron probar varios miles para tener la luz que hoy nos alumbra Y Menos mal que no aflojó; porque son muy pocas las cosas que se consiguen en el primer click. Casi nada.
¡Buena semana y a seguir intentando!
MAJO
PD: Si alguien no sabía porque mi hijo Tomás se llama así...¡Ahora tienen una pista!
PD: Si alguien no sabía porque mi hijo Tomás se llama así...¡Ahora tienen una pista!
Hola Majo!
ResponderEliminarMe acuerdo cuando el profesor Antonio Battro, que me introdujo en esto de la computación y el lenguaje logo allá por los primeros años de la década del 80, decía que todo iba a estar al alcance de un click.
Y ahora Majo que dice que casi nada se consigue en un click.
¡Cuánto que hemos aprendido sobre la posible magia de la compu, la Internet, la 2.o y nosotros mismos!.
La dejo con un saludo afectuoso y asombrado por sus posibilidades reflexivas
Jorge